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domingo, 23 de junio de 2013

ETAPA 4 CAGLIARI - ARBATAX

Etapa 4: 230 Kilómetros (más o menos, ya que no sólo tengo descuadrado el presupuesto, sino también los kilómetros parciales de las etapas).

Para abandonar la ciudad, dejo que mi amigo el navegador me ayude a salir rápidamente. Por una vez le hago caso y me manda a una circunvalación, de doble carril, pero con semáforos. Esto hace que se monten unos embotellamientos del quince. Al final, imito a los lugareños y voy adelantando por donde puedo hasta encontrar la carretera que va pegada a la costa.

La primera parte de la jornada es una delicia. Poco tráfico, bonitas vistas y muchas curvas. Llega el momento en que, poco a poco, la carretera va dirigiéndose al norte. Esto significa que ya he hecho la mitad de mi recorrido por la isla. Mirándolo en sentido positivo pienso que todavía me queda la mitad por recorrer...

Después de pasar la llamada Costa Rei, me pego la perdida del siglo en las cercanías de un lugar llamado Cabo Ferrato. El caso es que el asfalto, a veces, desaparece y la carretera se convierte en pista. Con la esperanza de que el tramo sea corto, continúas y al final te ves cubierto de polvo y en medio de la nada. ¿Vuelvo por donde he venido? ¿Continúo? ¿Llamo a mi mamá?

Es el momento de pedir ayuda a tu mudo compañero (mudo porque no lo oigo con el casco puesto, ya que parlotear si que lo hace), el navegador.

Aprieto el botón que pone "SÁCAME DE AQUÍ, POR DIOS, SÁCAME DE AQUÍ". En ese momento la máquina se venga del poco caso que le he hecho hasta ahora y me hace prometerle fidelidad en lo sucesivo. Por supuesto, le digo, así que él rápidamente me dice por donde salir. Lo de la fidelidad eterna... bueno, pues ya veremos... Al final no ha sido tan difícil, pero ya no hay carreteras cercanas al mar. La carretera general es la que he de usar para seguir avanzando.

Termino la jornada, harto de carretera buena, en Arbatax, junto al mar. Allí pacto precio a la baja para alojarme en un hotel (en temporada baja todo está permitido). Nada mas dejar los trastos en el hotel y ducharme, me voy a la playa.

El TOMTOM no es TONTO.

Ya que ha salido el tema del navegador, hablaré de él.

Este aparatejo, que muchos llevamos en el coche, nos ayuda a llegar a los sitios (en la mayoría de los casos) y a perdernos (en la minoría de las veces, pero haberlas "hailas"). Hasta aquí no he dicho nada nuevo que no se sepa.

El cómo lo hace es un misterio. Allí entran a jugar unos satélites, unos cálculos matemáticos, una triangulación y unas personas muy pequeñitas que viven dentro del aparato para informarte en tu idioma. Al menos hay dos, una por sexo, para cada uno de los idiomas que entienda el aparato. En mi caso, como es uno de serie Europa, habla un montón de idiomas, así que imagínate la cantidad de enanitos que hay allí. Debe ser como la ONU.

La primera vez que lo instalas, eliges el idioma y si es chico o chica el que te habla. El resto se dedican a gandulear hasta que cambies de idioma. Llegado a este punto, tú eliges destino y él te va dando instrucciones de por donde ir hasta que dice "HA LLEGADO A SU DESTINO".  Lo normal es no hacerle p. caso, entonces el (o la) enanito (a) se va cabreando y te va pegando broncas. La verdad es que tiene su gracia. Es como cuando tu jefe (o tu mujer) se cabrea y te pega la bronca, pero ahora "pasar" de ellos no tiene consecuencias inmediatas (despidos, caras largas...).

Bueno, a  lo que iba. En la moto yo tengo instalado uno, que es el que uso en el coche (los específicos de moto cuestan un "oeuf"). Lo bueno es que no te enteras de las broncas que te pega cuando te equivocas, o haces lo que te da la gana. Es lo bueno de llevar casco, que no te enteras de nada. Lo malo es que te deja la permanente hecha un asco...
 
Lo que diferencia el de coche al de moto es que en este último las instrucciones se dan a través del casco . Me explico: el enano da la instrucción, vía Bluetooth, señal que va a Logroño, donde una operadora llamada Encarna, conecta con el pinganillo que, previamente, te has colocado en la oreja. Así, entre el ruido del viento en el casco, el del motor de la moto y el del enano diciéndote que a los 350 metros tienes que hacer un cambio de sentido, te puedes volver loco y mandar a paseo el casco, a Encarna la de Logroño (quien tiene una nieta preciosa), el Bluetooth y la madre que los parió. Y además has pagado una pasta por el aparato.
 
¿Difícil? ¿fácil?. Depende. A este paso nos terminarán poniendo un chip, como a los perros. De momento yo me niego.
 
Bueno, después esta disertación de electrónica (se nota que soy de ciencias), os voy a contar una utilidad del aparato que poca gente conoce. Como dije hace ya rato, hay que configurar el aparato para que te hable en una lengua determinada. De ese modo, tú puedes entenderle y hacer lo que dice. Hasta aquí todo normal.
 
A esta utilidad estándar, yo le he encontrado otra, donde la diversión, desde el principio está asegurada.
 
Se trata de elegir un idioma del que no tengas ni la más remota idea. Para este fin son muy  útiles idiomas como el húngaro, letón, turco o checo (también el inglés lo es para muchos).
 
Entonces elegimos un destino al azar. Supongamos que salimos de Madrid con dirección a Cádiz. En este caso sabemos que vamos en dirección Sur (tener aprobada la geografía de 5º de EGB ayuda mucho en este crucial punto). Entonces le decimos al navegador que nos lleve a un punto situado en el Norte. Por ejemplo: Logroño, donde vive Encarna, la telefonista de la conexión bluetooth-pinganillo de la nieta tan mona.
 
Una vez hecho esto, el enano se pone a parlotear en su lengua y a pegarte unas broncas de escándalo. Tú a lo tuyo, sin inmutarte, con destino a la tacita de plata y siempre en dirección Sur.
 
A la altura de Despeñaperros, la conversación podía ser esta:
 
TOMTOM: Köszönöm a mai napot nektek és neked is szivem.  (Traducción: cambia ya de sentido, que me estoy cabreando).
 
TÚ: Que no te escucho, cucurucho. (No hace falta traducir).
 
TOMTOM: Annyira birom mikor a sok kis 14eves kiirja magarol h csunya es varja h nyaljanak neki... (Traducción: a 400 metros están los picoletos con un radar y tú a 180 por hora )
 
TÚ: Condemorrrrr...Jallll....
 
TOMTOM: Mi a retek jó h mindenki terepmintás ruhát vesz  (Traducción: Haz lo que te salga de los "oeufs", pero te vas a enterar cuando te manden la foto que te han hecho los picolos...
 
TÚ: Ja, ja, ja,  cómo me divierto, este aparato es mejor que la Nintendo...
 
.......
 
 
Bueno, me parece que yo estaba escribiendo un blog de un viaje a Cerdeña en moto.
 
Creo que se me va la pinza. ¿Me habré fumado algo raro?.
 
Quien sabe.
 
Mejor será dormir un poco.
 
Ciao i miei frateli e sorelli.
 
Buona notte.
 
 
 
 

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