En esta etapa he tenido que dejar ya la línea de costa. Para llegar a Olbia, la capital de la Costa Esmeralda, he de atravesar un parque nacional de impronunciable nombre. (Gennargentu).
En cuanto se deja la costa se comienza a subir por unas carreteras llenas de curvas y con animales sueltos por doquier. Como hay curvas, hay moteros de todo pelaje subiendo por donde se puede y te dejan. La verdad es que después de tantos días junto al mar, se agradece algo de montaña y aire fresco de las alturas.
Lo siguiente que toca es bajar para llegar a la zona del Golfo de Orosei. Curva que va, curva que viene se bajan los casi mil metros de altitud que he ido ganando. Al final, Cala Gonone.
De allí a la playa de Orosei, que hace mucho calor. Antes no puedo dejar pasar por alto un graffiti. La verdad es que hay verdaderos artistas urbanos. ¿no?.
Y ya en la playa... lo de siempre. El agua hecha un asco...
Y de allí, de un tirón hasta Olbia, la capital de la Costa Esmeralda. (Bueno, alguna paradita si que se hizo para ver calas así...)
Hasta mañana.
Ciao.
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